jueves, 13 de octubre de 2011

Muñecas rotas


Teñidas y maquilladas, con tacones y vestidos costosos, elaborados peinados,  bronceadas y con lentillas de colores, uñas tan postizas como sus sonrisas;  si nos dijesen que son muñecas de porcelana nos lo creeríamos pero en realidad son de carne y hueso, son niñas. 

Lo que comienza como un juego para pequeñas niñas de 6 años, termina siendo algo serio para sus padres, pues invierten mucho dinero para que todo salga bien.


Concursos, en los que lo importante es ganar, ser la mejor y por consiguiente, la más guapa, bella y alzarse con el título; dejan de lado valores tan importantes como “lo importante es participar”.



Niñas, que a tan temprana edad dejar de serlo, para convertirse en mujeres de baja estatura; niñas, a las que se le inculcan unas creencias erróneas acerca de lo que debe de ser la belleza; niñas, a las que ni por un momento se les deja pensar por sí mismas; niñas a las que se les pretende hacer competitivas, egoístas, individualistas; y en definitiva, NIÑAS OBJETO.


Privar a estas niñas de su infancia me parece algo vergonzoso y que bajo mi punto de vista debería de penalizarse de alguna manera. Pienso que en el momento en el que éstas puedan tomar sus propias decisiones debería de ser cuando podrían presentarse a este tipo de concursos, pues muchas de ellas se presentan porque sus padres quieren o porque les parece un juego al que no pueden dejar de jugar cuando quieran, sino que cuando les dejan.


DEJAD QUE LAS NIÑAS SIGAN SIENDO NIÑAS Y NO MUÑECAS ROTAS...

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